Pokemon-Go, el juego de realidad aumentada para dispositivos móviles que más de 500 millones de personas en todo el mundo utiliza, cuenta con una gigantesca base de datos de sus usuarios.
¿Cuál es el valor comercial de esa información?
¿Tienen los usuarios algún derecho sobre el uso de sus datos e imágenes?
Pokemon-Go ha integrado una gigantesca base de datos que son de un gran interés económico para muchas empresas. Las direcciones, edades, gustos, aficiones y ubicación habitual de los usuarios representan un gran valor económico que los desarrolladores del juego han sabido capitalizar. Es por ello que Niantic ha firmado acuerdos con empresas como Starbucks y Radio Shack en Estados Unidos y Oxxo y Telcel en México para designar en el juego a sus locales como sitios de interés dentro del juego, estaciones, gyms, etc. Con el valor agregado de poder comentar sobre estos sitios y calificarlos. De esta forma, el juego se convierte en un medio para publicitar, acreditar y aumentar el prestigio de estos negocios, así como atraer físicamente a muchos usuarios del juego a sus locales comerciales. Estos hechos demuestran que los espacios virtuales tendrán en un futuro próximo un valor comercial considerable, también permiten vislumbrar los tipos de problemas que podrían surgir por el uso de bases de datos en entornos virtuales. Imagine que su domicilio aparece "etiquetado" en una base de datos global sin su permiso, como sucede en Facebook donde puede circular libremente por la red, su imagen "etiquetada" con el calificativo que cualquier persona quiera ponerle a su imagen y que puede publicar sin necesidad de su permiso o autorización expresa; o imagine usted, en el campo comercial, una base de datos donde su negocio se identifica con datos incorrectos u obsoletos que perjudican su imagen o prestigio. ¿A quién recurrir para reclamar sus derechos? Conocemos el nombre de la empresa que desarrolla este juego, acceder a ellos implicaría gestiones extra-territoriales; o aún peor, usted los contacta pero se niegan a actuar, ¿quién pude defender sus derechos? Es probable que estos problemas se vean agravados por el lanzamiento inevitable de plataformas de contenidos adicionales generados por los usuarios, lo que podría aumentar el potencial de abuso de intereses de terceros.
El contenido de las bases de datos puede ser protegido bajo la ley de derechos de autor como una obra literaria. En el Reino Unido, por ejemplo, la Ley de Derecho de Autor, Diseños y Patentes de 1988 (Sección 3A) define una base de datos como una colección de obras independientes que "están organizadas de manera sistemática o metódica" y "son accesibles individualmente por medios electrónicos u otros medios ". En otras jurisdicciones, la protección de las bases de datos es un derecho sui generis. Por ejemplo, la Directiva sobre bases de datos de la Unión Europea crea un derecho exclusivo para los productores de bases de datos si "ha habido una inversión sustancial en la obtención, verificación o presentación del contenido de la base de datos".
Sin embargo, tanto el derecho de autor sobre las bases de datos como el derecho de base de datos sui generis son ejercidos por el creador de la base de datos y no cubren los intereses de un particular o del propietario de un establecimiento, sobre los datos ahí almacenados acerca de su propiedad, ubicación o información personal.
El concepto de realidad aumentada que se utiliza ahora en un juego de competencia debería evolucionar en una aplicación que nos permitiera integrarnos a nuestro entorno apreciando sus valores y beneficios potenciales para nuestro medio ambiente. Por ejemplo, una aplicación en la que gracias a la realidad aumentada conociéramos los personajes, las historias de los lugares, edificios, plazas que nos rodean, o de forma más práctica, que sepamos en tiempo real ¿dónde están mis hijos, ¿Qué están haciendo y con quién? Bueno, esto tal vez no resulte muy conveniente.
Con información obtenida de: WIPO MAGAZINE, por: Dr Andres Guadamuz, Senior Lecturer in Intellectual Property Law, University of Sussex, United Kingdom, Febrero de 2017.